sábado, 24 de diciembre de 2011

Princesilla

Todos necesitamos a alguien a nuestro lado. Yo formo parte de ese "todos", aunque no lo exprese, necesito a alguien a mi lado, que me apoye y me demuestre que me quiera. No, todo eso es superfluo, me llega con alguien que se preocupe un poco, que no le de igual. No sé si soy consciente o no de que esas personas existen, pero debo sentirme arropada por ellas igual que yo he arropado en sentido figurado muchas veces los pensamientos alegres que amenazaban con escapar de su vida, y creo que me hace buena falta saber que esa gente me está agradecida, y cuán agradecida lo está.
Así que caminaré de la mano de Alegría y Alergia y llegaremos juntas a buen cauce. Puede que tardemos, así que yo que tu no me esperaría para la cena.

sábado, 17 de diciembre de 2011

Navididad

Soy brillante, soy el foco que echa un poco de luz a este asunto sin quererlo, sin comerlo ni beberlo, y me encuentro con mil cosas entre manos cuando menos lo deseo; recibo ofrendas y odas cual dios precolombino y mil pensamientos cruzarán fugaces mi cabeza voraces de las respuestas que, sin pensar, llegan a mi como un río a su cauce o como Moisés a un río y a su posterior cauce.
Estoy en lo que otros dictaminan como la flor de la vida, lo que pasa es que hay quien no sabe que no todas las plantas dan flores, y que hasta las más hermosas flores pueden salir estropeadas si no se las riega bien en la infancia, así que podéis asumir las culpas (que no es para menos).
Me gusta dejarme llevar por el embriagador olor de los recuerdos felices, o medianamente felices. Vienen sin llamar, sin mandar un mensaje ni nada. Que desfachatez por su parte. Creo que el problema está en que saben que son bien recibidos.

No necesito ridiculizarme para saber que me quiero, pese a que los acontecimientos de ayer casi me lo obliguen a punta de pistola. Te quiero, Gigi.