sábado, 14 de mayo de 2011

Pasarlo teta es vital.

Hola, ¿que como me llamo? Para empezar no me llamo: me llaman. Y me han llamado de todo. De ''mOoReeNiiKaaHhh" a "eh, tu", o a llamarme solo para follar, como si fuera un perro.
¿Que por que lo escribo aquí? Porque sé que no lo va a leer nadie, aparte mi otro... ¿YO?
En fin: Nací un lunes antes que nosequién, quedándome con los genes recesivos de mi familia, y cuando el médico me dio la patada le mandé a que me comiera el coño. Las enfermeras aseguran que "la niña de los piercings" prometía. Claro que yo aún no los llevaba. Por eso debía ser que prometía: se lo veían venir, de alguna manera.
Cuando tenía cuatro años dije mi cuarta palabra (hasta entonces sólo decía "cómeme el coño", o "coño", o "comer").
Con cinco empecé a andar, pero no lo utilizaba mucho. A los dos años había aprendido a teclear en un ordenador y me facilitaba algo las cosas.
Después, cuando mi vida empezó (cuando entré en el instituto) seguía sin... bueno, vamos, yo era "única" en mi especie.
No sabía escribir una O, ni un 0, nada, no sabía siquiera coger el bolígrafo.
Pero un ente privilegiado en intelecto y espíritu entró en mi vida y la llenó de luz y color (es mentira, en realidad hablo de una gorda andrajosa que me quita ratos libres, pero, como lo escribe ella, y yo no pinto nada en esta historia de mi vida, me callo la boquita y le dejo darse las luces que quiera), de lo que queda más bien poco.

¿HABLAMOS DE MI VIRGINIDAD?

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